El proceso de prensado consiste en la compactación de arcilla mediante la acción de dos punzones enfrentados que la comprimen en el interior de una matriz que conformará la pieza. Mediante relieves en los punzones se pueden conseguir resaltes o rebajes no pasantes en las piezas. El contorno exterior de la pieza queda definido por la cavidad de la matriz.
Ladrillos cara vista fabricados mediante prensado de una mezcla de arcillas y agua. Tras el secado del agua añadida, son cocidos en Horno Túnel, en atmósfera oxidante, a altas temperaturas, cada modelo a su temperatura óptima de cocción (siempre superior a los 1.000º C).
Por el contenido en carbonatos de las arcillas bases, la succión (velocidad de absorción de agua) de estos productos es mayor de 0,10 gr/cm² minuto. Por eso, para evitar el mojado del ladrillo antes de la colocación (práctica necesaria con succiones mayores de 0,10 gr/cm² minuto, pero que no se aplicaba en obra), a la salida del horno y antes del empaquetado se sumergen los ladrillos por inmersión en un compuesto de silicona. Este tratamiento mejora la puesta en obra, facilita la limpieza y mantiene durante largo tiempo la belleza, sin contaminar, de los paramentos.